Verónica Molas
Historias de la Argentina actual

El motivo de la convocatoria para la 4ª Bienal Paloma Alonso era retratar la Argentina del 2001. Participaron casi 600 artistas. Las 33 pinturas seleccionadas se expone en la sala alta del Museo Genaro Pérez, General Paz 33.

A través del lenguaje de la pintura, los artistas buscaron armar una arquitectura simbólica de las terribles consecuencias que el abuso de poder tuvo en este país. La obra que se llevó el primer premio, de Martín Pérez Agrippino, muestra el interior de una casa después del derrumbe. A poner la casa en orden, si bien carga un espíritu esperanzador en la figura del hombrecito dispuesto a levantar los escombros, es también una postal de la desolación actual.

La pintura objeto de Blas Vidal, (segundo premio) es una caja lúdica que contiene mecanismos para digitar según los intereses de turno. Cambio de gabinete se llama y en los personajes se identifican las fuerzas encontradas de quienes detentan el poder en Argentina y quienes lo resisten en el campo de la política.

Capacitación.com.ar, el tercer premio, obra de Perla Fragapane, muestra el rostro oculto de la exclusión, la marginación de la persona, en aras de un mercado laboral decadente.

Juan Ranieri, uno de los artistas que obtuvo mención, pintó, visto desde arriba, un “asado con cuero”, para representar al país en la carne vacuna. También Walter Alvarez reitera el asunto en Nuestras carnes no caerán, una de las obra seleccionadas.

En el registros que dominan, los artistas hicieron lecturas muy diferentes a los discursos críticos que la sociedad emite a través de sus voceros. En este sentido, es notorio en el salón, la intención de continuar en cierta forma, la actitud de cambio que Paloma Alonso practicó alfabetizando en fábricas y villas miserias en plena época del proceso, actitud que le valió ser secuestrada, torturada y desaparecida.

El Kit urbano para la felicidad de Marcelo Boix, los retratos de los “modelos argentinos” de Genoveva Fernández, El poder de la memoria de Nora Iniesta, el Talle único de Adriana Lasarte, o los cerdos ricos de la única cordobesa del salón, Mayte Saine, son miradas recalcitrantes de las facetas dolorosas de nuestro país, en situación de alto riesgo.



Verónica Molas
2001


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